sábado, 14 de mayo de 2011

Exposición Restrospectiva de Wasjar, el conmovedor idioma del metal reciclado en la Casa de la Cultura de Quito

“Nací artista y soy un artista joven, por eso me excuso de cualquier cosa que no les guste”, manifestó con humildad el escultor Washington Jaramillo en la inauguración de su exposición individual Retrospectiva, que se exhibe en la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito. Y su afirmación tiene algunas significancias. ¿Qué es ser artista en estos tiempos? La respuesta se encuentra en la obra de este trabajador del arte que ostenta mucho oficio a la hora de plasmar su singular mirada del mundo en esculturas de metal reciclado.

En los rasgos de las esculturas de Wasjar subyace el sentido del arte, en tanto y en cuanto su obra se apropia de un exquisito sincretismo expresivo. La muestra pone de manifiesto los vestigios del metal envejecido en las 38 piezas que expone, luego de despolvarlas y que permanecían guardadas desde hace tres años en su taller.

Wasjar revive el acero, hierro, tol entre otros metales desechados cuando, aparentemente, ya han concluido su ciclo de vida, pero que su talento y sensibilidad rescatan en las metalmecánicas y  botaderos quiteños. Y en este reciclaje metálico Jaramillo hace gala de simpleza en los rasgos de sus esculturas, perfilando el semblante de figuras humanas, artefactos y esculturas conceptuales con una conmovedora expresividad.

Allí están los Cristos churones exhalando el último aliento de vida, los quijotes de triste figura, las mujeres de rasgos prominentes, ciclistas, músicos y seres mitológicos que habitan su imaginación de artista innato.   

La muestra que Wasjar exhibe en la sede central de la Casa de la Cultura en Quito representa el trabajo de casi siete años y un sueño de realizado con honestidad y constancia artística.

- Para mí es como llegar a un peldaño alto al que quería llegar, cuya  la idea nació y se mantuvo durante tres años. Mucho tiene que ver el sitio donde expongo y la obra que muestro que  no es utilitaria, sino artística, concluye Jaramillo.

En esa trayectoria Wasjar ha transitado los caminos del quehacer artesanal con virtuosismo, gracias a una manufactura que muestra dominio total del oficio. Hoy diríamos, Wasjar se encuentra en el tránsito que va del ser artesano al ser artista, un camino que lo llevará  a puerto seguro en la medida que profundice la mirada genuina que da a su objeto artístico, - figuras humanas, especies animales  o artefactos mecánicos- y reitere en la síntesis de su obra, aquel expresionismo tan suyo en los rasgos de esculturas que emanan sentimientos entre soldaduras y destellos de mineral reciclado.